Los cereales constituyen una parte masiva de la dieta mundial como fuente diaria esencial de hidratos de carbono, fibra, vitaminas y minerales. Por esa razón, no es una sorpresa que el mundo produzca más de 2.000 millones de toneladas métricas de cereales al año.
Los cereales más cultivados actualmente son el maíz, el trigo y el arroz. Según el Observatorio de la Complejidad Económica, los cereales son el 25º producto más comercializado en el mundo. Estados Unidos, Ucrania y Argentina lideran las exportaciones, mientras que los principales importadores son China, Egipto y México.
Con las enormes distancias que separan los orígenes de los destinos, es inevitable que se produzcan imprevistos durante el transporte de cereales. Uno de estos incidentes en el transporte fue el bloqueo del Canal de Suez en 2021. Como una de las rutas comerciales más transitadas, la congestión que duró seis días causó retrasos y costes masivos, ya que también afectó envíos esenciales de cereales a Asia.
Aunque los incidentes de transporte aumentan la probabilidad de pérdidas, el deterioro de los cereales es probable que ocurra durante los viajes de larga distancia, sobre todo por las diferencias climáticas y ambientales. Los contenedores de transporte pueden verse fácilmente afectados por los cambios externos y las fluctuaciones de temperatura. Cuando el contenedor pasa de temperaturas más cálidas a temperaturas más frías, puede producirse condensación, ya que el vapor del agua vuelve a su estado líquido al alcanzar el punto de condensación, creando una acumulación de humedad en el techo y, finalmente, lluvia en el contenedor.
La humedad crea un entorno ideal que favorece el crecimiento de moho y la actividad microbiana. Los mohos, indicadores de una calidad comprometida, plantean riesgos para la salud al producir micotoxinas nocivas que causan complicaciones cuando se consumen. Además, los mohos y las actividades microbianas también pueden provocar directamente pérdidas por deterioro.
Aparte de los factores mencionados, varias especies de insectos también infestan los commodities de grano que no cuentan con una protección adecuada. Por ejemplo, los gorgojos del grano y del arroz se distribuyen ampliamente por todo el mundo a través del transporte de grano. Estos gorgojos prosperan en condiciones de alta humedad y una amplia gama de temperaturas de 13 a 35°C, causando daños masivos al alimentarse de granos.
Cómo resolver los problemas del transporte de cereales
Los cereales son commodities esenciales para las personas de todo el mundo, por lo que es crucial evitar pérdidas de calidad y cantidad. Aunque esto pueda parecer extremo, prever los problemas habituales del transporte e incluso los peores escenarios es vital para una preparación anticipada.
Antes del transporte, lo primero siempre debe ser un secado adecuado. Aunque varía según el grano, alcanzar el contenido ideal de humedad es esencial para mantener los granos seguros durante el almacenamiento y el transporte. Esta precaución ayuda a evitar que la acumulación de humedad, el crecimiento de moho y las infestaciones afecten a los granos durante el transporte. Es aconsejable optar por un contenido de humedad más bajo para los viajes de larga distancia, garantizando que los granos se mantengan a un nivel seguro.
Sin embargo, los granos siguen siendo susceptibles de sufrir daños por humedad con los imprevistos habituales durante el transporte. Los climas diferentes y las condiciones meteorológicas repentinas son situaciones probables que pueden reintroducir la humedad. Mitigar los efectos de estas condiciones es fundamental para evitar pérdidas de grano. Por ello, una solución viable es utilizar innovaciones protectoras como la tecnología hermética.
La tecnología hermética se basa en propiedades herméticas que bloquean el flujo de aire y humedad para crear una atmósfera modificada con bajos niveles de oxígeno. Este concepto proporciona un entorno estable para las commodities agrícolas secas, como los granos de cereal, inhibiendo eficaz y orgánicamente el crecimiento de moho y eliminando los insectos en todas sus fases de vida. La atmósfera modificada también ayuda a evitar que los cambios externos afecten a los granos protegidos.
Aunque se utiliza principalmente para el almacenamiento post-cosecha, esta tecnología también puede ofrecer protección durante el transporte del grano. Un ejemplo seguro es la Bolsa Hermética GrainPro® , que protege los granos dentro de sacos de yute durante su transporte y almacenamiento. Para muestras de hasta 2.500 gramos, la GrainPro® Hermetic Pouch™ es una solución independiente igualmente segura y reutilizable para conservar la frescura y la calidad.
Los forros herméticos para contenedores también están diseñados específicamente para proteger grandes cantidades de granos durante un tránsito largo, existen opciones para commodities embolsados y a granel. Estos revestimientos de transporte utilizan las mismas barreras herméticas y a prueba de humedad, eliminando las infestaciones y minimizando la probabilidad de condensación debida a las fluctuaciones meteorológicas y de temperatura.
Los problemas en el transporte de granos son comunes, y siempre pueden surgir, dada la imprevisibilidad del viaje. Aun así, con una preparación adecuada y soluciones herméticas seguras, puedes garantizar que la calidad y la cantidad de los granos transportados se mantengan desde el origen hasta el destino.
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