El contenido de humedad de los granos de café puede determinar la calidad resultante de una taza. Esta es la razón por la que es importante asegurarse de que cada lote de café cosechado tenga el contenido de humedad adecuado, que se recomienda estar en alrededor de 11.5% cuando los granos están listos para el almacenamiento y el envío. Teniendo en cuenta que diversas circunstancias como el clima y la altitud en diferentes regiones del mundo también afectarían el contenido de humedad del café, es esencial tomar nota de la manera adecuada de manejar los granos en todas las etapas de procesamiento.
El mal manejo o descuido de los granos durante la etapa de secado puede ser desastroso para los agricultores y tostadores por igual. Tener cuidado de no exponer los granos es una necesidad durante el proceso de secado, mientras que el secado lento puede causar diversos problemas.
El secado excesivo puede causar daños irreparables a los granos de café, como la pérdida de calidad en términos de aroma y acidez, dando paso a un sabor reducido. Al mismo tiempo, los granos pueden volverse demasiado frágiles y pueden romperse fácilmente cuando se muelen. El secado excesivo también puede reducir la frescura y el color de los granos, lo que se traduciría en una pérdida de calidad y reducción de precio.
Además, los tostadores que manejan el café sin suficiente contenido de humedad pueden tostar en exceso los granos, lo que resulta en café quemado y pérdida de ganancias. Esta es la razón por la que se necesita un secado lento suave mientras se controla constantemente el estado de los granos.
Cuando se secan poco, por otro lado, los granos de café pueden desarrollar mohos debido al exceso de humedad. El crecimiento de este hongo tóxico en los granos de café puede traer riesgos para la salud de quienes lo consumen. Sustancias como las aflatoxinas y las micotoxinas pueden volverse frecuentes en el café que ha sido secado. Estas sustancias son conocidas por ser carcinógenas y potencialmente pueden causar daño a todos los órganos internos, especialmente a los riñones y el hígado. Asegurarse de que no se produce un crecimiento de moho es una parte crucial del procesamiento del café.
Ya sea a través de lonas, secado en patio, o el uso de estantes de secado, se recomienda que no importa cuál sea el método de secado, los procesadores siempre deben monitorear el contenido de humedad de los granos. El uso de instalaciones sanitarias en el manejo y almacenamiento de café es importante para asegurarse que las impurezas no se mezclen en los granos. Soluciones como la tecnología hermética proporcionada por GrainPro son herramientas perfectas para garantizar que el café esté protegido de la finca a la taza.
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