Al proteger los productos agrícolas contra la infestación, la fumigación ha sido una práctica tradicional para los agricultores, comerciantes y procesadores. La infestación de insectos puede causar que millones de dólares en cultivos se dañen cada año durante el manejo poscosecha. A esto se suma la pérdida de alimentos durante la temporada de cosecha, que se traduce en efectos devastadores en la población mundial, así como un enorme desperdicio de recursos.
Para resolver esto, productos químicos como el disulfuro de carbono y el cianuro de hidrógeno se utilizaron por primera vez como fumigantes, pero en los últimos años, el bromuro de metilo y la fosfina se hicieron más populares como opciones más seguras y menos tóxicas.
Fumigation has been linked to health risks such as respiratory problems
Se encontró, sin embargo, que tanto el bromuro de metilo como la fosfina todavía tenían efectos adversos para la salud de los trabajadores que manipulaban los fumigantes. Se sabe que estos productos químicos son cancerígenos y pueden causar dificultades respiratorias.
Otro problema que se ve es que estos productos químicos no se pueden utilizar en productos orgánicos. Por lo tanto, los profesionales agrícolas han recurrido ahora al dióxido de carbono (CO2) como la opción segura y orgánica para la fumigación. Esta técnica deja prácticamente cero residuos químicos en los productos básicos y no es tóxico para los manipuladores.
Por lo tanto, el tratamiento controlado de la atmósfera con CO2 se considera una práctica más saludable y menos peligrosa porque elimina el riesgo de contaminación por sustancias químicas nocivas.
El proceso apunta esencialmente a "asfixiar" a los insectos que se encuentran entre los granos básicos. En todas las etapas de la vida, desde el huevo hasta la edad adulta, los insectos serían eliminados para garantizar una mayor calidad y un consumo más seguro de los productos alimenticios.
Alineado con esto, GrainPro ha desarrollado productos en torno a esta práctica. La tecnología hermética integra plenamente la "fumigación" con CO2 en el proceso de almacenamiento seguro de productos básicos, asegurando que estos valiosos productos agrícolas se colocan en un ambiente hermético, libre de contaminantes y protegido de los daños que causan los cambios climáticos externos.
El nuevo analizador de CO2 de GrainPro es perfecto para controlar la seguridad de los productos básicos.
Una herramienta esencial para llevar a cabo un tratamiento de atmósfera controlada orgánica exitosa es el Analizador de CO2, que lee los niveles de CO2 en la atmósfera donde se almacenan los productos básicos. Mediante el uso del analizador de CO2 para comprobar regularmente el estado de los productos almacenados, los agricultores y procesadores pueden asegurar que sus productos están a salvo de la infestación de insectos y el crecimiento de moho. Vinculadas a la fiabilidad y durabilidad de la tecnología de almacenamiento y transporte de GrainPro, las materias primas se conservarán de manera segura tanto en calidad como en cantidad.
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