Las plagas de los cereales almacenados representan una cantidad significativa de pérdidas cada año en el sector agrícola. Los procesadores de productos agrícolas secos conocen el alcance de los daños que pueden causar estos diversos insectos, como la tendencia del barrenador menor a mermar los granos almacenados, o la capacidad del gorgojo del arroz de hacer no comestible el arroz nutritivo. Sea cual sea la plaga, los agricultores y comerciantes se esfuerzan por encontrar soluciones para evitar que esto ocurra.
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Soluciones tóxicas contra los insectos
Hoy en día, una práctica común es el uso de fumigantes químicos para tratar productos almacenados como los granos. Inicialmente, una técnica favorecida fue el uso de disulfuro de carbono o cianuro de hidrógeno para eliminar las plagas de insectos en los productos. Sin embargo, estos productos químicos se han ido eliminando recientemente debido a los peligros que suponen estos productos químicos debido a sus altos niveles de toxicidad.
En su lugar se introdujeron productos químicos más seguros y menos tóxicos, como el bromuro de metilo y la fosfina. Estas sustancias químicas se liberan como gas en los productos almacenados para mantener a raya las infestaciones.
Sin embargo, se sabe que la resistencia de los insectos a estos productos químicos está aumentando, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Aunque marginal en las aplicaciones actuales, el continuo aumento de la resistencia de los insectos plantea un grave problema para el futuro uso de fumigantes tóxicos como forma de controlar la infestación de insectos. Además, el uso indebido de bromuro de metilo o fosfina puede dar lugar a riesgos adversos para la salud, como dificultades respiratorias.
En la última década, el uso del bromuro de metilo se ha restringido severamente debido al impacto negativo en la capa de ozono y, de hecho, este fumigante rara vez puede seguir utilizándose, aunque en algunos países en desarrollo existe un "mercado negro" para este producto químico.
Control de plagas de productos orgánicos
Los productos orgánicos sólo pueden ser tratados con métodos no tóxicos, como el tratamiento con dióxido de carbono o nitrógeno, CO2 presurizado o congelación. Las atmósferas controladas con CO2 o N2 son la forma más popular de tratar los productos orgánicos.
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Por razones prácticas: trabajar con CO2 es más simple que trabajar con N2.
Las mercancías se colocan en una estructura hermética hecha de material plástico flexible con una baja tasa de permeabilidad al gas. El dióxido de carbono se inserta entonces mediante el "método de descarga", en el que se introduce gas a alta presión y en gran cantidad, para expulsar el aire de la estructura hermética al gas.
De este modo, la mercancía se expone a una alta (hasta el 80%) concentración de CO2 que normalmente eliminará todas las etapas de desarrollo de los insectos en unos diez o doce días, siempre que las temperaturas sean favorables (más de 20°C)
GrainPro es uno de los principales proveedores mundiales de almacenamiento hermético y es experto en el concepto de utilización de atmósfera controlada/modificada como solución a problemas como la infestación de insectos en los productos almacenados. Esas soluciones incluyen el control de plagas de los productos orgánicos, entre otras.
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Date Published: octubre 1, 2024